30 de octubre de 2011

Hope.

Tus pies se hunden en el espeso barro que intenta frenarte. Corres como nunca has corrido, te arañas con las ramas que no te da tiempo a apartar. Giras la vista atrás y no ves a nadie, pero sabes que si paras no tardarán en alcanzarte. Sigues corriendo más rápido que antes tropezando con las piedras y palos que hay en el suelo. Al final del camino ves una pequeña cabaña, solo a 100 metros, dispuesta a acogerte.
"Vamos, piensa, ¿Dónde me puedo esconder?" La puerta estaba cerrada e intacta, pero no podía ocultar la cantidad de años que llevaba ahí. Decides rodear la casa, y acabas ovillada en el suelo entre los escombros de un pequeño  trastero que había detrás. Empiezas a respirar, otra vez, con normalidad. Escuchas el sonido de sus caballos, están cerca, demasiado cerca. Cierras los ojos, como si eso pudiera hacerte desaparecer.
- Hola pequeña, ¿De verdad pensabas que podrías escapar?
-¡Ahh!
- Estate quieta, sabes que puedo hacerte daño, y sabes que no tendría ningún problema en hacértelo después de todo lo que nos has hecho correr para cogerte pequeña. - pequeños gruñidos se escaparon de su garganta.
- Para Dunach, sabes que Iksor se enfadará si le ocurre algo, déjala en paz, yo me ocuparé de ella.
Otra vez los mismos gruñidos volvieron a escaparse de su interior probocando temblores a lo largo de todo mi cuerpo.

2 comentarios:

  1. Me hubiese gustado de verdad que el que la perseguía le hubiese confesado su amor o algo así pero buen desenlace, no me lo esperaba... Por favor... síguelo un poquito si tienes inspiración! Sigue así llegarás lejos =)

    ResponderEliminar
  2. jajaja lo seguireee lo haree en cuanto pueda y recuerdame que te dedique alguna entrada

    ResponderEliminar