2 de julio de 2012

Y es que tiene nombre y apellido...

Y otra vez el cohete cruza mi mente llevandose todo lo que en aquel momento bailaba por mi cabeza, pero algo ha cambiado, antes solo pasaba dos veces al día, como mucho tres. La primera; nada más abrir los ojos comenzaba su órbita. La segunda; antes de cerrar los ojos y caer dormida, volvía a pasar. Pero esta vez, dejaba una risita traviesa como huella... y es esa sonrisa la que me atrapa el sueño y se lo lleva con ella, haciendome pasar la noche en vela. Ahora tengo su foto en mi mente cada minuto, segundo, ahora ese cohete no hace más que girar y girar desconcentrándome cada vez más y parece que nada se va a interponer en su camino, parece que ha venido para quedarse, y lo mejor de todo, es que tiene nombre y apellido...