10 de agosto de 2016

Rota. Tan sola, tan fría y a la vez tan cálida. Rota, ella y el silencio que cortan sus lágrimas, lágrimas que caen dejando huella. Huellas que luego intenta cubrir para no dejar rastro de esa traición, de ese daño y de ese momento. Las intenta ocultar  para parecer fuerte, para parecer invencible, un invencible que poco a poco se convierte en vencible. Un vencible tan vencible que hasta parece imposible. Porque ella no es así, ella no quiere ser así pero sigue Rota.

29 de junio de 2015

Lo quiero ya de YA

Queremos correr aún sin controlar muy bien eso de andar. Porque cuando esperamos algo lo queremos ya. Deseamos que sea mañana sin pararnos a pensar si será un buen día, porque nos da igual. Porque si nos pensáramos cada decisión, si nos tomáramos todo con cautela y sin nerviosismo alguno dejaríamos de ser tan imperfectos como siempre. Porque lo mejor de todo es que no importa que mañana llueva o haga sol, que salga cara o cruz.  Somos cabezotas y cuando anhelamos algo solo nos centramos en eso. Da igual que fallemos, que sea blanco o negro, porque somos orgullosos y si hace falta seguiremos esperando con ansias el mañana para volver a intentarlo y así hasta lograrlo.

Atentamente: un humano cualquiera detrás de un sueño. 

16 de mayo de 2015

Ansiada verdad.

Ese momento en el que nos sentimos  solos, rotos, vacíos. Ese momento en el que no sabemos qué creer y pedimos la verdad. La deseamos y la tomamos como remedio sin saber si es lo que necesitamos. Porque cuando la conseguimos no hay marcha atrás, nos atraviesa creando más grietas de las que teníamos anteriormente y las cuales ya nos parecían suficientes para sentirnos destrozados. La mayoría de las veces mata y no deja supervivientes. Porque va sacudiendo cada parte de nuestro cuerpo, arrasando con nuestra seguridad y rompiendo las falsas esperanzas de cada uno. Inocentemente, buscando algo a lo que aferrarnos, algo que nos curara, que nos tranquilizara, nos hemos topado con el mayor de los venenos. Tal vez lo que buscábamos era una bonita mentira, en vez de una cruel y peligrosa verdad. Pero seguimos siendo cabezotas y necios, seguimos tomando la verdad como arreglo, como refugio y consuelo. Una y otra vez lo mismo, ¿pero sabéis qué? Que ese sufrimiento lo quiero y lo necesito. NUNCA nos romperemos plenamente, por muy mal que nos encontremos seguiremos enteros, porque no mata de forma permanente, sino ¿con quién jugaría?