30 de octubre de 2011

Esencias.

Es más fácil engañarnos pensando cosas bonitas que afrontar la ver y enfrentarnos al mundo y ver las cosas como son, porque es más fácil decir: todo saldra bien, que ser realista y aceptar que puede salir todo mal... que cuando soplemos las velas da igual lo que pidamos puesto que los deseos no se hacen realidad. Que muchas veces la esperanza no te llevará a ningún sitio, la palabra riesgo no merece la pena,  ¿Confianza? no gracias, puedes salir herido,soñar, ¿para qué?¿ para qué luego cuando despiertes te sea más dura aceptar la realidad? pero.. si no cerrasemos los ojos cada vez que besamos a alguien, si no decimos tequieros, si no saltamos al vacío cada vez que nos lanzamos a por algo que nos importa que no tiene ni  pies ni cabeza, sin sueños no podrías cumplir tus deseos, sin esperanza no llegarías a ningún lado, ¿Por qué saltamos encima de los charcos? ¿Por qué bailamos bajo la lluvia? Para darle alegría a la vida, porque nos está permitido ser felices¿Riesgos? ¿Contigo? Todos los que la vida me permita, porque tenemos que sonreir a todas horas, porque qué seríamos sin ese amigo que nos saca de todos los líos, ¿Qué es soplar una vela sin pedir un deseo?, los deseos son los que hacen especial la tarta,¿Por qué me echo 2 terrones de azúcas en la leche? Para hacer mi vida más dulce,  porque todo lo que hacemos es por algo y porque ese algo nos hace únicos.

Hope.

Tus pies se hunden en el espeso barro que intenta frenarte. Corres como nunca has corrido, te arañas con las ramas que no te da tiempo a apartar. Giras la vista atrás y no ves a nadie, pero sabes que si paras no tardarán en alcanzarte. Sigues corriendo más rápido que antes tropezando con las piedras y palos que hay en el suelo. Al final del camino ves una pequeña cabaña, solo a 100 metros, dispuesta a acogerte.
"Vamos, piensa, ¿Dónde me puedo esconder?" La puerta estaba cerrada e intacta, pero no podía ocultar la cantidad de años que llevaba ahí. Decides rodear la casa, y acabas ovillada en el suelo entre los escombros de un pequeño  trastero que había detrás. Empiezas a respirar, otra vez, con normalidad. Escuchas el sonido de sus caballos, están cerca, demasiado cerca. Cierras los ojos, como si eso pudiera hacerte desaparecer.
- Hola pequeña, ¿De verdad pensabas que podrías escapar?
-¡Ahh!
- Estate quieta, sabes que puedo hacerte daño, y sabes que no tendría ningún problema en hacértelo después de todo lo que nos has hecho correr para cogerte pequeña. - pequeños gruñidos se escaparon de su garganta.
- Para Dunach, sabes que Iksor se enfadará si le ocurre algo, déjala en paz, yo me ocuparé de ella.
Otra vez los mismos gruñidos volvieron a escaparse de su interior probocando temblores a lo largo de todo mi cuerpo.

Ganas de ti.

Salar a tus brazos como si no hubiera un mañana. Besarte como si fuera la última vez. Poder sentir el tacto de tu pelo, de tu piel otra vez. Abrir los ojos y encontrarme con tu azulada mirada. Pellizcarme para intentar convencerme de que aun sigues aquí, de que todo es real, convencerme de que esto no es una mala jugada de mi mente que empieza a confundirme para hacerme pagar por todas aquellas noches en las que soñaba contigo, con tenerte cerca.  Poder volver a ver como tu sonrisa se asoma por tus labios al ver mi cara de sorpresa al descubrir que esto es real, que tú eres real y estás aquí.

14 de octubre de 2011

Capítulo 4

Era lunes por la mañana, tenía una hora para vestirme, desayunar, terminar de arreglarme, hacer mi habitación y prepararme las cosas para el instituto...
Cuando bajé a desayunar Mike ya estaba sentado con una gran taza de zafé delante.
-Buenos días, ¿y papá?- normalmente desayunábamos todos juntos como una familia normal, pero hoy no había ni rastro de él. -¿No se ha levantado aún?
-Se ha marchado a desayunar con Julio, Creo que quieren que entrenemos juntos y esas cosas.
- Ah... Mike, ¿tu te acuerdas de todo lo que nos contaron en la barbacoa sobre nuestra infancia? Quiero decir si te acuerdas de Will.-Mike se terminó su café de un último gran sorbo.
- Hay cosas que recuerdo y otras que simplemente me suenan. ¿tu no te acuerdas?
- No mucho, ¿has terminado?
Se montaron en el coche y pusieron rumbo al instituto, no vivían muy lejos. Cuando llegaron vieron a Will entrando por la puerta, había ido andando. Will le dijo aquel sábado por la mañana que le traerían pronto su coche y que estaba mirando la carretera y el camino para saber por donde ir.
Cuando les vio, se dirigió hacia ellos con una sonrisa.
- Hola- Allí estaba esa sonrisa perfectamente encajada en sus labios. Will ya había llamado la atención a varias personas del instituto en esos escasos cinco minutos.
-¿Has venido andando?
- Sí, ya te dije que todavía no habían traído mi coche.
- Te podríamos haber traído no me cuesta nada, además así podríamos hablar y cosas así. - Mike estaba siendo muy amable, Para el los amigos ya sean viejos o nuevos eran muy importantes y más si llevas muchos años sin verlos.
-No quería molestar.
- Tranquilo no molestas para nada. - Mike y Will se miraron fijamente, luego Will apartó la mirada para sonreír a Dana quien se sonrojo ligeramente.
Al sonido de la campana entraron los tres unidos, como en los viejos tiempos, y Adivinad quién iba en medio.

9 de octubre de 2011

JSLL

Saber que esa persona está lejos, demasiado lejos. Cada vez le echas más de menos, y hasta hace unos días no sabías que eso pudiera suceder. Pensar que te diste cuenta de cuanto le querías el mismo día que escogió para decirte adiós. Un adiós que empezó con una sonrisa amistosa y terminó con los ojos en lágrimas y unas ganas enormes de lanzarte a sus brazos y decirle que no podías dejarle marchar. La gente crece, madura, todos los caminos que recorristeis de la mano saltando todo los obstáculos juntos se van separando poco a poco hasta que solo os acaba uniendo una misma idea que acaba desapareciendo. Nuevas rutas, diferentes caminos, extrañas ideas que cruzan tu cabeza como estrellas fugaces, sí como las estrellas que viste junto a él aquella noche tirada en el suelo. No puedes parar de ver las fotos que manda, no puedes parar de ver su sonrisa, esa sonrisa que solíais compartir casi todos los días cuando todavía no eras consciente de todo lo que podría pasar algún día. Porque tienes ganas de gritar y de que él te pueda escuchar. A veces lo sientes tan cerca a través de una simple cámara y otras tan lejos... No importan los kilómetros intentan crear distancia no importa que los continentes sean distintos, son tantas las veces que tu mente te dice que la distancia la crean las personas, no los kilómetros que acabas creyéndolo.